Nunca defenderé a las izquierdas ni a las derechas, creo que ambas son patrañas infundadas basadas en idearios trasnochados y perjuicios; de facto, hoy en día ni siquiera existen como tales. La ideología ha muerto (igual que el dios de Nietzsche) enterrada, entregada a la burocracia y al sectarismo. De todo este aniquilamiento, por supuesto, no surgirá nada sobrehumano. El adoctrinamiento que enfervorece el alma es insuficiente para saciarnos. De acostarme con alguien, políticamente correcto, lo haría con una hembra a la que le apesten las bragas a ambición, pero antes le taparía la boca con una mortaja para no oír sus soflamas.
Creo que en Fernando Pessoa tendrías un compañero de ideas antigregarias y antiideológicas.
ResponderEliminarSí, supongo que sí. Si Pessoa tuviera un chucho estaría a su altura, por su afinidad con la sarna y las pulgas.
EliminarNi así.
ResponderEliminarSalud.
No sé si te refieres a la calidad del tuso o al aroma de la lencería.
EliminarSerá que todos buscan una buena economía saneada; y al final la gestión del capital es lo único que hay detrás de tanta farsa, de tanto ruido y de tanta basura. ¡Viva el Mal...
ResponderEliminarPor supuesto!
Eliminaro la mortaja, o amorrada al pilón, lo que prefiera la hembra, que a lo mejor también te gustaría por un rato
ResponderEliminarComo ha de ser una hembra ilícita, me decanto por lo lícito (que es lo que más hace cosquillas).
Eliminar