ESCRITOS


7/3/19

Los poemas son como gotas de lluvia en la ventana una tarde de tormenta. No tiene sentido querer apropiarse de un aguacero o pretender malversar el estro jugando con los dedos en el cristal.  Es ilógico encuadernar una ventisca a no ser que deseemos liberar un ciclón, despertar una tempestad o exorcizar una borrasca en maleficio de los nombres, incluso de los nuestros. La inspiración es la vorágine del crisol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario