Así que, vaca mía, no distingues a un dictador de un chotacabras, no comprendes que cualquier tiranía utiliza los más perversos ideales para encubrir sus crímenes. Nada tienen de malo los bovinos. Rumiar y defecar poemas en la hierba, lejos de la corrupción y perversión humanas. Mi becerra, pacer es lo mismo que apaciguar.
copular no es una insurgencia, es un instinto que tienen todas las cucarachas, si lo fuera no sería el mundo como es ahora, no nacimos de la revolución de nuestros padres, nacimos más bien de su miseria y de su naufragio y su cobardía... muchos vivieron toda la vida mirando para otro lado y eso reprodujeron en sus hijos
ResponderEliminarhabía un poema;
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque a penas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.
Depende de la perspectiva... El amor siempre es insurgente, aunque nazca del naufragio, la miseria y la cobardía. Lo he llevado todo a un explícito terreno animal, pero no por ello tenemos que despreciar los instintos de las cucarachas.
EliminarA grandes rasgos, no estoy en desacuerdo con tu enunciado, solo que a veces me postulo en su antítesis.
Hoy he estado hablando con un amigo, un encuentro casual alrededor del castillo, y mientras estaba imbuido en mis poemas me aleccionó con su conversación: "las revoluciones empiezan en nosotros, y la verdadera cultura y educación, nada tienen que ver con llenarnos de pertrechos, instrucciones y estudios, sino en la de sacar la sabiduría de nuestro interior, el conocimiento y la autocrítica que nos hagan cuestionarnos". La mayor insurrección, ¿no crees?, ateniendo a todo esto, es una forma de poesía, y la libertad está explícita en el arte.
La política no es arte, no en estos momentos, es la consagración de pensamientos únicos que coartan las libertades.
También me comentó que el verdadero peligro son los "ismos" porque siempre intentan adoctrinar e imponer sus dogmas. El verdadero peligro no es el capital sino el capitalismo, no es lo común sino el comunismo, no es la anarquía sino el anarquismo, no son los católicos sino el catolicismo, no es el Islam sino el islamismo... (coincido con esta idea).
No podemos juzgar a nuestros padres. Volveremos a errar en lo que ellos erraron hasta que empecemos a aprender.