ESCRITOS


12/6/18

Sin embargo para mi esos escombros, esos embrollos como tú los llamas, son los que constituyen y contribuyen al perfeccionamiento, no por el mero hecho de conjugar un libro, una publicación, u ordenar los poemas bajo ciertos parámetros, más bien por la acción de la autocrítica, el afanoso trabajo de pulir los versos y lustrar los huecos, la mirada después de la mirada, la contemplación para la recreación, la supuesta orfandad de los transgredidos (necesaria en todo caso), la castración de las maneras, aunque ame la ingente poesía de los amanerados; la obra en su finalidad, además de en su origen, a pesar de no estar del todo satisfechos con el apoderamiento de las palabras y hasta vernos insignificantes a través de todos los espejos (el objeto, obviamente, es el tránsito hacia la claridad).
Contrariamente a tu enunciado, es en el corazón de las ratas que se deben leer los poemas, bajo esa radiografía de hachazo, de hartazgo y de rechazo.
Repasando los textos múltiples veces me evado del yo. Dejándolos descender a las catacumbas, me mutilo, me humillo y excluyo de las primeras marejadas de sentimientos, me retracto del instante inspirativo para contemplarlo desde la distancia, y es en esa lontananza de lo propio que trascendemos a un enunciado (no del todo nuestro) y hallamos el paroxismo de nuestras ficciones; allí el légamo es modelado con talento, eso aguardo, y el sublime alfarero pone sus manos sobre el torno para modelar la arcilla.

2 comentarios:

  1. no lo creo, cuando uno se detiene también puede ser por hambre, por vanidad, por un transformismo que camufla el tiro del corazón, que lo maquille, que lo perfume, que lo entregue al burdel del perfeccionismo y la apariencia...que esconda la mierda, que la finja rosas.... los mejores poetas del mundo, me los he encontrado, entregando su poesía al aire, con tres vinos, con el corazón fuera de la carne....vagabundos, puros, auténticos, sin papel, sin tiempo de perder el tiempo.

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    1. Coincido totalmente con tu enunciado y sobre todo en lo que se refiere a los auténticos poetas, vagabundos y bellos, sin papel, sin tiempo para perder el tiempo; mas no estoy hablando de los mejores poetas sino de los peores, los que necesitan rectificarse y ratificarse a cada paso porque solo pueden eludir los momentos (utilizando tus palabras: transformistas del camuflaje y del maquillaje).
      Me gusta el contrapunto de tu respuesta, y nada más que justificarla en su totalidad.
      Tú eres el eterno poema, por eso mis presunciones, mis atribuciones, enunciados y perjuicios no son válidos ni asumibles para ti ni para aquellos que se alejan del común.

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