ESCRITOS


12/6/18

Marta está restaurando un cuadro. Ha recuperado los colores deslustrados por un barniz ambarino y ha descubierto tesituras ocultas, incluido el brillo de alguna lágrima. Los labios cerrados se muestran ahora entreabiertos. El benefactor del lienzo le ha dicho que no perfile ningún incisivo (es mejor una Magdalena desdentada que lasciva). Una tez pálida como el día de la Pasión y en el semblante de la taheña unos ojos tibios, sobrevenidos por la pena. Aparece semidesnuda, con un libro abierto, (tal vez las Santas Escrituras).

3 comentarios:

  1. Jejeje... de lo divino y humano ¿quién tiene poder para juzgarnos más allá de la Gracia concedida de la libertad? Todo lo demás es dar justificaciones éticas o morales.

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    1. De la libertad, empezando por los pequeños entresijos que se adulteran como ovillos deshilachados. De lo humano, poner en el mismo pedestal a los prostituidos, pero siempre, a mi entender, ensalzar un poco más a las prostitutas. A propósito de lo que concierne a la divinidad, generalmente, únicamente podemos hablar de proxenetismo y proselitismo...

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    2. Tan agudo y brillante como siempre Raúl... ;)

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