Me apartaste demasiado pronto de tu lado. Un perro hace cosas de perro, un hombre hace cosas de hombre. ¿Puedes juzgar a un animal por su entereza o su volubilidad? ¿Puedes juzgar el alma por su desidia o su convencionalismo? Sin duda es reprochable carecer de ambiciones y arredrarse del fuego. ¿No mueven ambos el rabo a tenor de tus caricias? ¿No ladran por tus huesos y babean por tu corazón? ¿No olfatean como bestias el delicado perfume de tu alma, la ingrávida presunción del aroma?
Me separaste demasiado pronto de tu lado; pero tal vez oportunamente, como esos ciegos que tantean el vacío con un palo de escoba, temerosos de tropezar con los mismos obstáculos. Si no se ama por qué apelar a un desamor que no existe.
Quizá se encontró con que le habías puesto la caseta en la calle, sintió frio y se marchó
ResponderEliminarEs la calle lo que deseaba su hoguera, pero yo no supe calentarla al raso...
Eliminar:(
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