ESCRITOS


6/12/16

Me estrellé en su cielo

 (Antipoema, inspirado en los versos de Christopher Hub)

Me estrellé en su cielo, lo recuerdo, las hierbas se me pegaron al trasero como una corona de espinas. Ella no me amaba, ella no me amaba, sólo un beso frío y una presencia sin alma (habría sido mejor besar un cactus y rodearlo con los brazos).
A la edad temprana de destetar cachorros, mi odiada insistió en el lenguaje del silencio. El sol se ocultaba detrás de un matadero. Yo era, de aquella, profuso en descorchar botellas (podría jurar que me hubiera gustado verter su vino y compartirla con borrachos). Se pueden derramar tantas lágrimas que es posible perder el entusiasmo por la tristeza. Ella no me amaba, ella no me amaba, me estrellé en su cielo, lo recuerdo...

19 comentarios:

  1. Antipoema?

    Esto es un poema en toda regla. De desesperanza, de realidad que da un puñetazo en toda la boca, pero poema al fin y al cabo.
    Tremendo!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tus puñetazos me animan más que tus besos... ¡Es tremendo que se pueda considerar tremendo un "antipoema"!

      Eliminar
    2. Imagino, mis besos te hundirían en lo más hondo.

      Es tremendo, puede ser.

      Eliminar
    3. Pero tus golpes me salvarían de la humillación!!! Este poema viene a ser la antítesis de otro, en ese otro el poeta nos regala unos fervientes y enamorados versos que pecan, a mi parecer, de demasiado optimismo.

      Eliminar
    4. A veces por no pecar de optimismo, pecamos de pesimismo y autodestrucción.

      Pero en esto siempre hemos sido las dos caras de la misma moneda.

      Eliminar
    5. Creo que tienes razón, pero siempre me ha parecido más divertido y locuaz pecar de autodestrucción.

      Eliminar
    6. Quizá, pero sino existiese la otra cara no habría moneda y la locuacidad quedaría en un aburrido monólogo.

      Eliminar
    7. Entonces, unas púas en el asiento para no morir de aburrimiento (no hablaremos de amor si no nos duele el trasero, y conjugaremos el buen dolor con el bien gozar).

      Eliminar
    8. Para ti gozar lleva aparejado sufrir.
      Para mi gozar lleva aparejado gozar...mañana no sé.

      Eliminar
    9. Es a ese mañana al que no debemos estar ciegos... Sólo en la justa medida un dolor es placentero, y, quieras que no, no estamos vacunados contra sus efectos. Si te refieres a otros conceptos, me atrae más el amor tántrico que el sadomasoquismo.

      Eliminar
    10. Hoy no pienso en el mañana,ni siquiera sé si estaré.

      El sado no es lo mio, ni el masoquismo, por eso si tengo la oportunidad de gozar ahora lo hago (no sé si mañana sufriré) quizá sea hedonista...

      Eliminar
  2. ¿En el mañana? Sólo en el sentido y la posibilidad de cambiar de gustos y pareceres. Yo no puedo pensar siquiera en el presente, pues ya no estoy, soy como un zombi viviente. ¿El sadomasoquista no trata de gozar hedonistamente con el dolor?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Posiblemente el sadomasoquista goce así, no digo que no, pero yo no.

      Un zombi, vaya, tampoco sé,pero quizá un zombi no goce, pero tampoco sufre...

      Eliminar
    2. ¡El limbo es el peor sitio para distraerse, ya que nunca nos encontraremos!

      Eliminar
    3. Ahí me da que no nos encontraremos.

      Eliminar
    4. De eso puedes estar seguro ;)

      Eliminar
  3. y es que cuando a uno/a no lo aman el propio amor pasa a ser una segunda definición para el órgano latente de uno/a mismo/a... cuando no nos aman es cuando el sentimiento se manifiesta y nos damos cuenta de que todo es probable como probablemente no vayamos a ser amados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Déjame rescatar el humor y decirte que no le quiero tan mal a nadie, y que ninguna decepción amorosa (por ahora) me ha dejado tal resquemor. A veces el romanticismo puede ser violento y visceral, y el desamor le sigue a la zaga. No ser amado no tiene por qué ser una contrariedad, pero es difícil asimilarlo desde el apasionamiento, dignificarlo desde el amor propio. No me gusta la literatura afectada y esto que hago no es literatura desafectada, es simplemente llevar el afecto a su desproporción.

      Eliminar