ESCRITOS


27/9/16

A fuerza de pretender lo legítimo y rechazar lo impropio, tendemos a oponernos y rebatir para intentar salvaguardar lo insoslayable.

Desprotegidos de la celada y sus razones nos reconforta la degradada voluntad, a sabiendas que ésta es más complaciente con las vulneraciones que con la compostura.

4 comentarios:

  1. Con una proposición asi de aburrida sólo cabía decir NO

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    1. Sí, no entiendo como hay personas que evitan las propuestas divertidas y las proposiciones indecentes...

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  2. «Respetemos eternamente el vicio y no combatamos sino la virtud» Marques de Sade.

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    1. A no ser que la virtud sea el más perpetuo de los vicios, entonces el combate no tendría sentido, pues apropiarse de la inocencia sería lo mismo que pecar de honradez.

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