Ya se escribieron todos los poemas y por suerte nos vemos liberados de la obligación de ser originales. Así los textos (tejidos en su etimología latina textum) se pueden realizar urdiendo hilos diversos, como en esta delicada entrada, elegida para inaugurar la segunda parte de la década de los años diez.
Tampoco debemos dar por muerta la necesidad de reescribir o transcribir la "obligación" o la "carencia" en origen. Me valgo de todos los ardides y artimañas, cómo puedes comprobar, para cierta cáustica urdimbre de telares deshilvanados. A veces nos ocupa más la finalidad que el sentimiento de camino. Tal vez la consecuencia misma ya esté predeterminada porque el libro debe abrirse, y, ¿quiénes somos nosotros para obviar la lectura?
Ya se escribieron todos los poemas y por suerte nos vemos liberados de la obligación de ser originales. Así los textos (tejidos en su etimología latina textum) se pueden realizar urdiendo hilos diversos, como en esta delicada entrada, elegida para inaugurar la segunda parte de la década de los años diez.
ResponderEliminarTampoco debemos dar por muerta la necesidad de reescribir o transcribir la "obligación" o la "carencia" en origen. Me valgo de todos los ardides y artimañas, cómo puedes comprobar, para cierta cáustica urdimbre de telares deshilvanados. A veces nos ocupa más la finalidad que el sentimiento de camino. Tal vez la consecuencia misma ya esté predeterminada porque el libro debe abrirse, y, ¿quiénes somos nosotros para obviar la lectura?
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