ESCRITOS


7/11/19

Pon tus labios en la libación del cielo hasta que las arenas de Nínive se conviertan en cristal. Pon tu boca en mi felación hasta que de los desiertos broten nenúfares.
Desde que el sexo oral está prohibido en Roma me agrada hacer lo incorrecto. ¿En qué momento el amor prestigia al dador y denigra al receptor? Dar y recibir es la incertidumbre y remordimiento del corazón.
Lame el escrúpulo hasta que canten los gallos. No desesperes, amanecerá. Tan corta la noche y tan larga la espera. La hora nona se acerca. Dedícate a gastar dentina y a bruñir con tu lengua la coraza clara del erecto orfeón. 
¿Ves aquel diamante opalino? ¿Ves aquella estrella errante descendiendo? Las Hespérides exhalan silvestre manzanilla mientras los ojos lloran agreste cebolla.

6 comentarios:

  1. Habrá que salirse del redil de los caminos que conducen a Roma. Es mejor coger los atajos de la perdición.

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  2. Yo, si no te importa, me voy a Nínive a ver si pillo algo de lo que ha quedado junto a los nenúfares.

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  3. soy paciente, me quedo a contemplar cómo desprende esa estrella reluciente

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    Respuestas
    1. Como una estrella mirando otra estrella... Un auténtico espectáculo para poetas estrellados.

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