ESCRITOS


4/10/19

Ya que el amor no existe y nos debemos a la completa indiferencia o al siempre manido recurso de la insatisfacción, puestos a elegir me conformaría con Norma Jeane y un poema: el único animal maldito dispuesto a casarse con un Pulitser.

2 comentarios:

  1. La boda entre Norma y Arthur, el autor de La muerte de un viajante, fue un acontecimiento tan insólito como la lluvia de berberechos en el desierto de Arizona. Ser Norma, ¿quién no lo ha soñado alguna vez? Esa Norma sensual, mezcla de tonta y genio que todavía nos estremece con su imagen todavía viva y potente. El amor es la invención más enigmática de la humanidad y la prueba es ese matrimonio.

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    1. El "genio" se desposó con la belleza, pero temo que nunca llegó a comprender los abismos de la Diosa.

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