ESCRITOS


6/10/19

Detesto a los que tienen una opinión muy poco austera de si mismos. Prefiero a los que se creen pésimos, escriben malamente y se entregan a la maledicencia.

5 comentarios:

  1. A nadie nos gusta la autocomplacencia, pero también es cierto que dones como la pintura, la escritura, la música, etc, favorecen más a unos que a otros, lo que no quiere decir que unido al factor gratuito de poseerlos o no, haya un inmenso trabajo.

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    1. Lamento que Narciso se detenga demasiado en si mismo y en las adulaciones. Dicen que los incas no observaban al cielo directamente para hacer sus predicciones, más bien a través del espejo de una nítida laguna. Con esto me refiero a que tal vez la parte más clara y bruñida de nuestro ego se encuentre en nuestro ombligo. Mas, ¿qué ocurriría si la meteorología diera al traste con toda la astrología? ¿No produce también, la observancia de la tormenta, destellos?

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    2. ¿Qué opinas, pues, del narcisismo? ¿Lo ves execrable? Pero si me preguntarán a mí, después de leerte, si eres narcisista o no, no tendría que reflexionar mucho para contestar. O solipsista, uno de los estándares filosóficos más comunes de nuestro mundo occidental. Ja.

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    3. La diferencia entre un ego maduro y otro inmaduro es la cantidad de autorretratos. Empezamos a cambiar cuando el selfie empieza a aburrirnos y a tornarse lamentable. Lo malo de los poetas es que aun a costa de su fealdad pretenden caernos bien y congratularse con el mundo.

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    4. A veces la cantidad de autorretratos depende de la pobreza del artista que carece de recursos para pagar a modelos y tiene que pintarse él mismo. No es una razón baladí.

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