Me gustaría ser monje para practicar una felación al cristo de la capilla. Creo que mi tonsura es excitante y mórbida desde que vi Marcelino, pan y vino. No me pica un escorpión pero me incita al pecado la figura del nazareno.
No me autocensuro, esa es la frontera. No delimito los deseos, pero al mismo tiempo no encumbro los excesos. Excederse es la excepción cuando te aconsejan la norma (también gozo, por supuesto, con las normas peyorativas, impositivas y morales).
Me gustaría ser monje para practicar una felación al cristo de la capilla. Creo que mi tonsura es excitante y mórbida desde que vi Marcelino, pan y vino. No me pica un escorpión pero me incita al pecado la figura del nazareno.
ResponderEliminarCreo que los prelados atesoran ya bastantes maldades bajo sus sotanas. Lo prohibido no siempre es mejor que lo permitido.
EliminarPues yo pensaba que lo prohibido te atraía magnéticamente por tu propensión hacia los límites. ¡Qué extraño!
EliminarNo me autocensuro, esa es la frontera. No delimito los deseos, pero al mismo tiempo no encumbro los excesos. Excederse es la excepción cuando te aconsejan la norma (también gozo, por supuesto, con las normas peyorativas, impositivas y morales).
EliminarA veces todo parece estar al revés.
ResponderEliminarBesos.
Introspectivamente...
Eliminar