ESCRITOS


10/8/19

Los enmascarados se mueven entre bambalinas, y hay que saber auparse como malhechores, pero lo más grandioso es el suelo y a éste únicamente se accede de cuclillas. En consecuencia, poéticamente hablando, lo más apropiado sería cubrir la trivialidad de refinamiento e intuir que la distinción es la más ordinaria de las frivolidades. Un pordiosero no puede embaucar a su perro. Cualquier poeta tiene un don, un brillo en la mirada que exalta algún tipo de perplejidad y locura, una riqueza banal e inconmensurable que solo puede surgir de la exuberancia.

2 comentarios:

  1. Odiseo (Ulises) llegó a Ítaca disfrazado de pordiosero sin que nadie lo reconociera, se presentó en la corte donde los pretendientes querían atrapar a Penélope y casarse con ella. El mendigo los desafió porque ellos no podían tensar el arco de Ulises. Él lo cogió y sin esfuerzo lo tensó y empezó a disparar flechas contra los pretendientes y los mató a todos. En aquel caso, el pordiosero embaucó a todos...

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    1. Tienes razón, y supongo que debo hacer una modificación en toda regla para no quedar mal con el mundo de los mendicantes y la certera base de tu apreciación. Un poema (si es que éste puede ser calificado de tal guisa) debe estar dispuesto a la rectificación. De cualquier manera no engañó a todos, puesto que Argos lo reconoció (el más fiel de los compañeros).

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