Babilonia la grande se lió con un barbado. Por mucho que quisiera que fuera mía, por mucho que me gustara su entrecejo y se llamara Míriam (ese animal de botica).
La muerte nos devuelve las emes como barquillos de papel y soldados de plomo.
Porque las licenciadas nunca se acuestan con iletrados, porque los ojos inconmensurables son faros inmensos que solo ven más allá, porque a la ganzúa de un poeta solo le interesa el más acá...
Ahora me resta una ene para llegar al precipicio, una Natividad de estrellas dolosas. Ten por seguro que caeré por un terraplén sobre una mierda de perro y me romperé la crisma y el ego. Que la engatuse un barbudo o le atuse un peluquero, si acudo a las barberías será por el couche de las revistas.
No hay mejor porno que el de las revistas del corazón en las peluquerías. A mí siempre me coloca -mejor que el hachís- ver las mansiones de las famosas y famosos, y sus bodas y bautizos, incluso cuando la noticia es tan simple como que la princesa del pueblo va a comprar a El Corte Inglés. Porque, quieras o no, nos gustan las princesas para hacerles una sesión de fotos tipo boudoir. ¿Quíén no ha anhelado hacérselo con una princesa cuando ves las publicaciones de papel couché en las peluquerías? Pero eso no es todo, ni mucho menos, hay otros placeres de la carne que son esencialmente intelectuales y dan más luz que faros inmensos y que la ganzúa de un poeta relamido no puede alcanzar. Te imagino en la fiesta de la Natividad acariciando un melocotón helado con sus pechos dulces al borde del precipicio. Pero mejor no ir más allá, el sexo es el hecho más sobrevalorado de la tierra y no es mucho peor caerse por un terraplén sobre una mierda de perro. Pero, créelo, la Virgen, siempre pura e Inmaculada, nos está esperando para que la veamos hacerse la manicura y pintarse las uñas de rosa. Me encantan las uñas de los pies pintadas de rosa. ¿Quién no vendería su alma al diablo por verlo? Pero mejor no seguir, la dulzura de Nuestra Señora no lo permitiría. Llegar y besar el santo es peor que cantar por bulerías una canción de David Bisbal. Nada que hacer. Lo que nos espera tiene pechos pequeños y es apenas una adolescente con el vientre plano y esbelto. Entretanto leemos literatura, el mejor sustitutivo de los placeres de Eros.
ResponderEliminarLa verdad es que el porno no era tal, consistía en Interviú con el destape, siempre mejor que el papel estucado, por supuesto. Antes de nada, agradecerte tus comentarios llenos de inspiración y conocimiento.
EliminarLas pordioseras son más aceptables que las princesas. Cuando se posee todo se acaba por perder el norte, cuando se desea todo se negocia con el primer postor. Hay más delincuentes en la jet set que en cualquier arrabal de Barcelona.
Pero bueno, tampoco me quiero convertir el execrador de la clase pija, ya que también me considero asiduo al cinismo de alterne. Creo que en esta sociedad salvamos antes a los pecadores que a los perdedores.
Por mucha literatura fornicadora que exista, nada hay semejante a unos ojos. Coincido contigo en que el sexo es lo más sobrevalorado de la tierra, casi a la misma altura que la sed y el hambre. La catequesis del placer llega a ser tan recurrente en mí que apesta.
Hermosa imagen la de los melocotones helados, ojalá el desierto viera crecer esos prodigios.
La pureza empieza a perderse por las uñas de los pies y el rosa es un color atrapasueños. Pienso que el mejor sustitutivo de la belleza es hacer literatura, mientras nos desatamos los cordones de los zapatos.