Los que especulan en nombre de la conciencia del mundo están tan cerca del cielo como el clero de la redención, tan cerca de la salvación como los políticos de la verdad. Hoy en día, duele reconocerlo, es mejor ser un marginado que vivir al margen del sistema.
un escrito a mi gusto lamentable... es precisamente el dolor de la confusión y de ya no distinguir la fuerza de las palabras ni su fondo, ni el corazón de lo hermano... ni los pliegues y lágrimas de la tierra, el otro día parecías muy interesado en saber lo qué iba a hacer con mi conciencia y la lucha y creo que lo que te urge es preguntarte por la tuya
ResponderEliminarAsí, a bote pronto, entiendo que te parezca lamentable. Lo escribía y sabía que te iba a causar esa impresión, pero no lo hacía en oposición a tus palabras.
EliminarSigo estando interesado en el problema, la conveniencia, la actitud y la acción, aunque la visión que expreso en este texto tenga que ver con la superficialidad de ciertos dictados detrás del sectarismo hipócrita (utilizados desde la religión y la política como inútiles mantras humanitarios).
Desde mi punto de vista, está claro que no nos podemos fiar de los religiosos ni de los políticos.
Me reitero en la última afirmación, mal que me pese. El verdadero cambio lo encarnan los que hacen todo lo posible por vivir al margen del sistema y no exactamente los desahuciados del mismo, damnificados de sus propios desequilibrios.
En el fondo, tal vez me hayas malinterpretado, estoy cerca de esa anarquía que proclamas, pero no en contraposición a ningún régimen sino en contrapartida.
No me hagas demasiado caso. Desde esta estúpida distancia no me entero de nada y me cuesta explicarme con concreción.
Mi urgencia, ahora, está en abrazar algo con nitidez, meridiana nitidez...
No estoy de acuerdo contigo, se te entiende perfectamente.
ResponderEliminarSolo hay q poner los pies en el suelo y abrir bien los ojos.
El resto tú lo has escrito y explicado de puta madre.
calmA, te agradezco la consideración.
EliminarEn el fondo tienes que entender que no siempre un escrito tiene una tan clara apreciación y es tachado tan cortésmente de "lamentable". Me agrada prodigar esa gentileza, para mi es como un bálsamo crítico entre salvedades.
Realmente no creo que sea este el poema de los maleficios (es demasiado claro y conciso como para prodigar tales perjuicios). Bien pensado, preferiría que fuera otro el que mereciera la medalla del descrédito (tengo una retahíla en la pechera!!!).
Pero es q yo no lo digo para contentarte a ti, es q lo percibo completamente de esa firma.
ResponderEliminarY digo lo q siento cuando leo, para birn o para mal.
Sí. Te entiendo claramente!!!
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