ESCRITOS


9/7/18

La última circunstancia del perro no es el perro. ¿Cuando te paras en el vacío no te detienes en la plenitud? Después de las moscas, después del cadáver, hay que observar la trascendencia. El materialismo es un esqueleto en el páramo, algún utillaje para un hombre con afán de herramientas, algo para saciar el hambre del camino y el polvo de los días. La caricia es tan volátil que cualquier recuerdo es helio en una atmósfera gaseosa. Nada se puede atrapar de un instante, mas ese mismo instante constituye una totalidad. La trama y la trampa retornan a nosotros para el disfrute de la tierra mojada, la inminente noche estrellada... Y nada se pierde, la sed regresa al ausente en la misma yaga de los desaparecidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario