ESCRITOS


7/2/16

Ojeadores de amor, oteadores de gazapos, rastreadores de presas... Hay que salir de caza y detenerse en las huellas del divino animal: esa bestia que habremos de amar y que no querrá renunciar a la batida.

2 comentarios:

  1. Quisiera tener ese espíritu y pecar y no parar de disparar, pero tengo el gatillo atascado. Desgatillador que lo desatasquillare, buen desatascador será, sucede que soy incrédula por naturaleza y por profesión, si a eso le sumas que no creo en los milagros, largo me lo fiáis Don Mendo...

    Un continuado disfrute leerte. Besos

    ResponderEliminar
  2. Un pecado disparado, incluso disparatado, siempre es de buen pecar. la grandeza está en el refinamiento de una bondad pecadora.

    ResponderEliminar