¡Qué misterio la vagina, cuando pienso en ella, el codo se me empina, y el alma se llena de vaselina!
Esos pasadizos solo para espíritus untuosos y resbaladizos.
¡Qué misterio la vagina, cuando pienso en ella, el codo se me empina, y el alma se llena de vaselina!
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