Yo te adoraba, te adoraba, mercader de los esputos, quería
tu delicada libra de carne para mi dicha; y ahora estoy burlado, pues
debo pagar los agravios y merecerlos.
Eu adoraba-te, adoraba-te, mercador dos esputos, quería a túa delicada libra de carne para a miña dita; e agora estou burlado, pois debo pagar os agravios e merece-los.
Eu adoraba-te, adoraba-te, mercador dos esputos, quería a túa delicada libra de carne para a miña dita; e agora estou burlado, pois debo pagar os agravios e merece-los.
pagarlos y merecerlo,me gusta la idea de un talonario en la abrasión de tus pecados y en la insolvencia de los fuegos
ResponderEliminaraunque sería muy lejos del flujo del capital y la ley de los mercados, algo más vagabundo y abrasivo, donde caigan los matorrales y la zona b, de la luna, a apostrofar la simbiosis de los poseidos
EliminarIncluso con un amor judío del que podríamos ser usureros, pagando las deudas con algo más que carne!!!
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