Recuerdo ese momento... Quizás llegas a cierto remanso sin
saber que estás en él y entonces eres el remanso. Pero claro, la
mansedumbre no implica la quietud. Transitamos hacia otros cuerpos más
vehementes, hacia otras pasiones más humanas, y necesitamos adentrarnos
en el subterfugio de la noche.
Lembro ese momento... Quizais chegas a certo remanso sen saber que estás nel e entón es o remanso. Pero claro, a mansedume non implica a quietude. Transitamos cara a outros corpos máis vehementes, cara a outras paixóns máis humanas, e necesitamos internar no subterfuxio da noite.
Lembro ese momento... Quizais chegas a certo remanso sen saber que estás nel e entón es o remanso. Pero claro, a mansedume non implica a quietude. Transitamos cara a outros corpos máis vehementes, cara a outras paixóns máis humanas, e necesitamos internar no subterfuxio da noite.
las cadenas de la noche, son también su intemperie y alas... me gusta aquello que no da explicación a la eternidad ni la osa, pero que conjura sus frutos y destierros, su techo y ropa caida, en la enamorada incertidumbre
ResponderEliminarY cuando la incertidumbre desconoce los nombres del amor, a qué llamar conjura.
ResponderEliminara todo lo pensable!!!!!!!!
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