Tal vez nuestra visión esté plagada de prejuicios rebelándose contra otros prejuicios, entiéndase como un espejo del otro en su contrario, el Yin y el Yang, el uróboro y las caras de la misma moneda, la luz y la opacidad en un universo dualista. Yo creo más en el panteísmo de las sofocaciones, la llama viva que no arde y el amor que decide saciar y aplacar todos los fuegos.