ESCRITOS


1/8/19

¿Por qué te arrodillas, alma, sobre tu infortunio? ¿Qué infranqueable negación acaece en la noche? ¿Acaso el consecuente mañana no vendrá complaciente a recibirnos? Nada, absolutamente nada, se adhiere al pellejo como el amor de las garrapatas. Las apariencias y el subterfugio se diluyen en el océano. ¿Qué olfato puede contener el imprescindible aroma y atraer carnívoros a su heredad? Tus ojos son como el ámbar entre paredes de caolín.

2 comentarios:

  1. Tengo en mi mesilla para leer algún día, El inmoralista de Andre Gide. Triste época para los inmoralistas de verdad, que hablan incluso de "alma", como tú. Ser inmoral estéticamente no está contrapuesto a ser espiritual.

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    1. Sin embargo, ser moral estéticamente si que puede ser contrario a la espiritualidad.
      Tal vez se trate de cierta ambigüedad y de confundir los términos para hacer una extraña macedonia agridulce, delicada para ciertos paladares permisivos. Tradición y costumbres nos convierten en seres herméticos también antitéticos. Lo que en unas culturas es rechazable en otras es loable y aceptable. Los seres íntegros y honestos lo serán bajo cualquier usanza.

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