ESCRITOS


6/8/19

El caballero se desposó con la melancolía

Después de las nupcias al amor se le cayó un empaste (ese desafortunado incidente podría haber dado con el matrimonio al traste). Sellaron el desperfecto pero ya no era lo mismo, su expresión asemejaba un rictus sucio y tosco,  capaz de asesinar a una torcaz. La belleza desdentada es terriblemente insatisfactoria.

Con el tiempo se le desprendieron mechones de cabello. Todos los días tenía que soportar una mollera sin folículos. Visto los precedentes no gastará nunca en peluquería.

Un globo ocular se le desligó de la órbita, vagueaba perdido por la esclerótica. Ahora sabemos que el himeneo nunca se mantiene impoluto e inalterable, pues mientras un sentido observa a Venus, el otro apunta siempre a Marte. 


2 comentarios:

  1. Mi amante lujuriosa, mi amada melancolía, compañera imprevista y fiel de mi vida. Es como una puta triste que me entretiene con sus novelerías. Pudiera haber tenido una puta alegre, pero me tocó triste. Pero a veces mira con unos ojillos...

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    1. Supongo que es mejor ni muy tristes ni muy alegres, un término incruento, puesto que dos almas en pena son desmesura.

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