https://www.youtube.com/watch?v=09NqLjHJtGQ
Estaba tan enamorada que echaba espumarajos por la boca igual que una rata rabiosa (tuve que apartarla con un palo de escoba). -¿Deseas besarme? Algún día alguien me querrá como para golpearme-. Le di un puntapié y le sangraron los morros. Ella sonrió, le agradó mi delicadeza, y sin pensarlo me enredé en su lengua. Con la peste de mi aliento lamí su culo opulento, lleno de abscesos. Por cierto, no siempre hombre y roedor son como hombre y horror. Acabamos rotos, contagiados de hidrofobia; o, lo que es lo mismo, hipersensibles a la Coca-Cola. Tratamos de hacer espagiria con nuestros versos, una relación a través de la alquimia y los cuerpos. -No sé quién soy. ¿Crees que eso es posible? Por favor, hazme ser lo que seré-. Mi bella dama, harapienta y sarnosa, nosotros somos los inquemados..., y lo demás no importa.
Evohé!
ResponderEliminarHermosa interjección!
Eliminarojito, el alcohol es altamente inflamable
ResponderEliminarProduce deflagraciones;
Eliminarpero el sexo, ni te comento.