Hemos follado tanto que podríamos estar un día entero sin pestañear. Nos hemos amado tanto que nos arden las pupilas, de tener los párpados cosidos a las cejas.
Y ciegos los ojos que no observan tu predilección... ¿Qué tal el amor tántrico que empieza por las uñas, como una pedicura, y acaba en los cabellos como en una peluquería? Nunca mayor placer que ese mesar de rizos y sienes!!!
solo se me ocurre en un caso: en una maratón sexual extenuante y muy muy muy muy satisfactoria...
ResponderEliminarafortunados los elegidos!!
Y ciegos los ojos que no observan tu predilección... ¿Qué tal el amor tántrico que empieza por las uñas, como una pedicura, y acaba en los cabellos como en una peluquería? Nunca mayor placer que ese mesar de rizos y sienes!!!
Eliminar