El hombre común, el hombre-masa, no quiere saber nada de lo desconocido. En cuanto tienes hijos, hipoteca y crédito para comprarte un coche, no quieres saber nada de desconocimientos. La humanidad se orienta inexorablemente hacia lo conocido, los tópicos, los lugares comunes que son cálidos y acompañan. Lo desconocido es incierto y frío, al menos de entrada.
Cierto..., pero creo que es la única forma de hallarse o por lo menos de intentarlo. Salir del área de confort, del espacio de la comodidad, la seguridad y la dependencia. A veces también lo conocido es cierto, helador e implacable. Posiblemente somos náufragos del conformismo y en menor medida de la disconformidad.
El hombre común, el hombre-masa, no quiere saber nada de lo desconocido. En cuanto tienes hijos, hipoteca y crédito para comprarte un coche, no quieres saber nada de desconocimientos. La humanidad se orienta inexorablemente hacia lo conocido, los tópicos, los lugares comunes que son cálidos y acompañan. Lo desconocido es incierto y frío, al menos de entrada.
ResponderEliminarCierto..., pero creo que es la única forma de hallarse o por lo menos de intentarlo. Salir del área de confort, del espacio de la comodidad, la seguridad y la dependencia.
EliminarA veces también lo conocido es cierto, helador e implacable. Posiblemente somos náufragos del conformismo y en menor medida de la disconformidad.