Si tengo que volver a nacer lo haré como uno de esos parásitos que copulan sobre tu rostro cuando duermes; esos que se atiborran con el sebo de tus mejillas y desaparecen sin excretar los manjares que aman, hasta el último día guardan sus heces en sus vesículas y solo se desprenden de la tez para morir.
Renacer en los naufragios del placer
ResponderEliminarSaludos
Puede que los renacidos surjan del placer, pero alumbrar siempre ha sido doloroso.
EliminarPolen de oro... Jajaja 🙂
ResponderEliminar¡Hala! ¡Qué fuerte! Me he quedado boquiabierto.
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