Pero somos humanos, y el sexo es la avanzadilla para no pensar, no
calcular, no ser inteligentes; y, por lo tanto, determinarnos como
especie. Lejos de lo humano solo existe una vacía calculadora, un lector
de nubes y una entelequia formal.
El sexo es el vértice insensato de la especie en su afán de no quedarse en la vida de los mares donde seríamos anémonas o medusas ardientes. Nos impulsa al pedorreo físico en el que vivimos como magnates del petróleo en una selva poblada de bonobos lascivos. Ni calculadora ni entelequia, todo es un bluf manipulador de la supervivencia metafísica.
Lejos de lo humano, habita lo extraordinario como en el fondo de nuestro ser más profundo, donde el ego muere y se habita la magia del Presente y el infinito. El sexo, es precisamente, el atajo al poder del ahora y al infinito, lo que pasa que si no se mata al ego, se vuelve sólo una droga.
El sexo es el vértice insensato de la especie en su afán de no quedarse en la vida de los mares donde seríamos anémonas o medusas ardientes. Nos impulsa al pedorreo físico en el que vivimos como magnates del petróleo en una selva poblada de bonobos lascivos. Ni calculadora ni entelequia, todo es un bluf manipulador de la supervivencia metafísica.
ResponderEliminarUna llamarada intrínseca, instintiva, a la que hemos dotado de trascendencia, consecuencia o irrelevancia.
EliminarLejos de lo humano, habita lo extraordinario como en el fondo de nuestro ser más profundo, donde el ego muere y se habita la magia del Presente y el infinito.
ResponderEliminarEl sexo, es precisamente, el atajo al poder del ahora y al infinito, lo que pasa que si no se mata al ego, se vuelve sólo una droga.
Dejar morir el ego, la oblicuidad, para conseguir la total satisfacción.
EliminarSomos la involución de los primates... es difícil estar lejos de lo humano. Nos hallamos en todas partes. Formamos una gran plaga...
ResponderEliminarSalud!
Cualquier simio es un animal distinguido comparado con un ser civilizado.
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