Ahora mi ambición ha roto el techo al que creía haber llegado. (Onia Valero)
Que el perro duerma a nuestro lado y mitigar el frio con versos ardidos. Todos queremos más; unos, creernos los animadores de este cotarro y otros, antagónicamente, hincar los pensamientos a la altura de las rodillas.
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