ESCRITOS


21/6/18

Cuando amamos no somos cuervos ni palomas, somos una cagada de ave en la capota. Nadie ha aprendido todavía a leer el lenguaje subliminal de los despojos, ni siquiera el mejor de los oráculos. El amor es la ebriedad de un vino maléfico que ansía permanecer a nuestro lado, pechos que amamantan al dipsómano, corazón pisoteado y estrujado, sangre de dioses blasfemos  y bermejos.
No me dejes amarte, solo déjame escanciarte en la boca de otros labios, compartirte en el beso de otros besos, ya que los abstemios son los más inútiles de los beodos.

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