Hay almas podridas que apestan poemas bellos, como un sostén que no sujeta... Y también hay almas que simplemente son sin necesidad de decir nada. Me gusta la linea básica de la estética de tu blog, como las braguitas rositas de una adolescente que aún tiene la virtud impoluta.
La virtud de no guardar la virtud por mucho tiempo... Si hablamos de poesía, lo que apesta y sujeta como sostén es adecuado para la bella jactancia. Si hablamos de alma no necesitamos adecuarnos a ningún propósito.
Hay almas podridas que apestan poemas bellos, como un sostén que no sujeta... Y también hay almas que simplemente son sin necesidad de decir nada.
ResponderEliminarMe gusta la linea básica de la estética de tu blog, como las braguitas rositas de una adolescente que aún tiene la virtud impoluta.
La virtud de no guardar la virtud por mucho tiempo... Si hablamos de poesía, lo que apesta y sujeta como sostén es adecuado para la bella jactancia. Si hablamos de alma no necesitamos adecuarnos a ningún propósito.
EliminarVa, este color le sienta mejor a tu sonrisa.
ResponderEliminarTal vez, todo es cuestión de matices...
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