Hasta la tristeza más pura sabe convertir las lágrimas en muecas sonrientes.
Eso también..., junto a la compungida vanagloria de los ojos.
Hasta la tristeza más pura sabe convertir las lágrimas en muecas sonrientes.
ResponderEliminarEso también..., junto a la compungida vanagloria de los ojos.
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