Brindemos por los ángeles obsesivos y por los demonios redimidos.A ti también te favorece el nuevo traje.
No tengo demasiado que ver con las hechuras de este nuevo hábito, no me he esforzado en la consecución de la vestimenta... ¡Ángel banal, ángel redimido!
Brindemos por los ángeles obsesivos y por los demonios redimidos.
ResponderEliminarA ti también te favorece el nuevo traje.
No tengo demasiado que ver con las hechuras de este nuevo hábito, no me he esforzado en la consecución de la vestimenta... ¡Ángel banal, ángel redimido!
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