ESCRITOS


10/1/17

C

-¿Conoces a los prerrafaelistas? ¿Sabes a qué edad empezó a pintar Sorolla y a escribir Dante? ¿Te percatas de aquella casa con dos grandes columnas de piedra y gravados celtas en las paredes?

-Ni idea. No sé por qué me haces esas preguntas, ya hace tiempo que es evidente... Tengo cuarenta y seis años y he pasado gran parte de mi vida sin enterarme de nada, ausente como un paramecio por Faramello, escribiendo poca y mala poesía.

-Pero, ¿por qué asientes a todo con la cabeza como un chucho de maletero? ¿Me estás tomando el pelo?

-Para que no me creas tonto en tus fueros, pues sólo me interesan de los hechos, las esencias y los matices...

-Hace un buen día, algo fresco, ¿te apetece salir a tomar algo?

-Salgamos, tengo que pasear mi renqueante espalda por esas retorcidas callejas.

De camino..., yo embobado y C criticando a un tipo con bufanda que conducía un descapotable:

-¡Lo qué hay que ver, todo por alardear, presumir de carro y posición social!

Yo, mirando las cagadas de los perros y pensando en esos caniches que defecan para reírse de sus amos: "¡Jódete, recoge mi virtuosismo maloliente y humíllate delante de mi mierda!", pero, aun así, los amos ni siquiera se ofenden.
¿Has visto que Dios, alguna vez, se postre ante nuestros excrementos?

Ya en el bar de Marina, tomaremos unos cafés y unos bizcochos mientras observamos cómo paren los bisontes y se comen sus libranzas.

Un poeta debería amar a los que piden limosna como a sus propios granos purulentos, con esa innata necesidad de abrazar la mala saña, la espinilla y el pus.  No sé por qué huyo de los mendicantes, e incluso de las dulces señoritas de la Cruz Roja que te agasajan con un pin por un módico donativo.

Se acerca a la barra una hembra morena, de esas que meten miedo, y empiezo a sentirme como un verraco... Le da instrucciones a la camarera para preparar un servicio, prospecto y receta para moler el grano y dejar la leche espumosa como la baba de un caracol o la saliva de un pavo.

Bueno..., es nuestro turno: 

-¿Qué desean los caballeros?

-¡Un par de descapotables con bufanda!

12 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Si te las doy es porque te las mereces.

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    2. ¿No puedo hacer nada para que cambies de opinión?

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    3. Sí. Decirme ppr qué quieres que cambie de opinión.

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    4. Es mejor agradecer un acto que un escrito...

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    5. A veces detrás de un escrito hay un acto o el escrito consigue un acto.
      Pero como me dijiste el porqué y soy mujer de palabra retiro mi agradecimiento.

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    6. ¡jajajaja! Lo dicho, que me tenéis enganchada!! Es que me traigo palomitas, para leeros!! jajaja

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  2. Lo ves. Ea, pues eso.

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