No puede darse la poesía en el árbol desnudo que abraza el aire, en ese árbol que como un clamor de ramas agrieta su confinamiento y la aspereza de las aceras, hambriento, necesitado de cualquier asomo de cálida luz, buscando el amparo del sol en una farola...
Iosune
Hay que detenerse para comprender las ramificaciones del autor. La poesía primigenia es tan poderosa como una necesidad acuciante. No nos acercamos únicamente al lector con un poema sino al infinito y al abismo con nuestras circunstancias. Comprendo que las ramas despobladas, el edificio y la austera perspectiva que busca un sol, son propiamente las imágenes que proyectamos en el árbol.
Non pode darse a poesía na árbore espida que abraza o aire, nesa árbore que como un clamor de polas greta o seu confinamento e a aspereza das beirarrúas, famenta, necesitada de calquera asomo de cálida luz, procurando o amparo do sol nun farol...
Iosune
Hai que deter-se para comprender as ramificacións do autor. A poesía primixenia é tan poderosa como unha necesidade perentoria. Non nos achegamos unicamente ao lector cun poema senón ao infinito e ao abismo coas nosas circunstancias. Comprendo que as polas despoboadas, o edificio e a austera perspectiva que busca un sol, son propiamente as imaxes que proxectamos na árbore.
Supongo que el lector de paisajes es un viajero ávido de conquista de los espacios. El entorno no deja de ser una evocación de trayectos en curso, finalizados o proyectados, y la poesía, eso que supura la mirada pulida por los trascursos. El cascabel en las manos del niño, la escusa, el arma.
ResponderEliminarO, tal vez, un aburrido abecedario para usurpar las consecuencias (la poesía detrás de la palabra). ¿Un amanecer o la mirada pulida de un despertar? Mientras el sonajero provoque una sonrisa infantil podemos darnos por satisfechos con el arma de la escusa y toda la vanidad rudimentaria del poema...
Eliminar¿Qué más decir? Lo has condensado todo en una mirada.
EliminarPor decir, todo lo que quepa elucubrar, supongo
EliminarElucubraciones de un fauno... No sé con que ser mitológico comparar las de una mujer.
EliminarEl poema solo es un engaño. El árbol es de verdad. El árbol es de mentira.
ResponderEliminarLo difícil es ir quitando lentamente la corteza y no herir al árbol
Si todas las cosas están interconectadas, interrelacionadas, la herida del árbol también nos pertenece. La mentira y la verdad de nuestros pensamientos, de nuestras emociones y acciones, blanden la corteza del bosque.
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