Déjame mojar tus ojos con semen de cerilla, poemas como cagaditas de chucho, caprichos de comediante; nada que tenga que ver con la ingente vastedad de una deposición franco-alemana, tan sólo el azoramiento que busca la náutica del mar sin preservativos.
Deixa-me mollar os teus ollos con seme de misto, poemas como cagadas de chucho, caprichos de comediante; nada que teña que ver coa inxente vasteza dunha deposición franco-alemá, tan só o azoramento que busca a náutica do mar sen preservativos.
Hoy moja mis ojos con lo que quieras, me levanté cansado y estoy sin afeitar. Dime quién compra pelos de barba a un precio módico. Aunque si al final terminamos hablando de preservativos todo puede llegar a ser verdadero. quizás la disposición franco alemana esté al tanto de todo ello, pero yo no confío en ella: ya me fallaron en un tiempo. Hoy no confío en nadie, pero si hay algo que me devuelve a la realidad lo puedo aceptar
ResponderEliminarAhora empezamos a entendernos... Eso mismo es lo que ansío de una mujer (cansada, sin afeitar y con ganas de mojarse los párpados). Y, dime, ¿quién vende vello púbico a un precio desorbitado? Sin preservativos todo puede llegar a ser natural y sencillo, de otra forma es fácil que se rompa la sencillez por exceso de uso. Algunos piensan que la irrealidad es inaceptable.
EliminarNo es fácil encontrar a la mujer cansada y sin afeitar y sin prejuicios, porque si no tienen algo que hacer lo crean, y sobre todo no les detengas en el camino: ellas saben muy bien por qué lo hacen... habrá otras que no se afeiten hasta la hora de comer porque tal vez sea en la tarde cuando les toque trabajar. No quisiera transformar el vello púbico en un bello público porque ya estaría rayando la irrealidad y eso tú no me lo permitirías: yo no confío ni en la irrealidad. Muchas veces la mujer espera para dar la nota más de lo necesario y retrocede el camino y pone parches en lugar de obras. Y cuando buscan la realidad ya no existe
ResponderEliminarHas concebido a una mujer sin prejuicios como si no fuera un defecto, una mujer tiene que tener algún defecto para ser atractiva. Te permito que rayes la irrealidad, ¿por qué detenernos en lo real? Evidentemente, lo femenino es a veces un neumático parcheado a conciencia.
ResponderEliminarLo atractivo de una mujer no está en el defecto que tengan ellas, sino en el que tenemos nosotros; seguro que no le dan más importancia que el que unos ojos libidinosos puedan darle. Así lo real se mezcla con lo irreal de una conciencia y así se descubre al impostor
ResponderEliminarImposturas y defectos, impostadas y defectuosas..., así son las relaciones.
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