En el momento anterior a ser mensurados, los sesos de Whitman se desparramaron, cayeron al suelo y fueron barridos de entre la inmundicia. Un digno fin para las mentes sensibles y el refinamiento poético.
No es una crítica velada a Whitman, es una crítica interesada hacia la ingenuidad poética, pantomimas y farsas creativas mediante. ¡Grandiosa película! ¡Qué pobres estamos de mentes especulares!
No soy fan de El club de los poetas muertos aunque en su momento, casi me hizo llorar. ¡Oh, capitan, mi capitán!
ResponderEliminarNo es una crítica velada a Whitman, es una crítica interesada hacia la ingenuidad poética, pantomimas y farsas creativas mediante. ¡Grandiosa película! ¡Qué pobres estamos de mentes especulares!
EliminarMe llaman la atención tus entradas, porque me parecen muy originales, mailconraul, un placer estar aquí.
ResponderEliminarUn beso.
Un placer!!!
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