ESCRITOS


14/9/17

Cuando salías conmigo, eso pensaba, cualquier mujer enamorada estaría dispuesta a fregar los platos, pero tú preferías un lavavajillas a un solitario grifo sobre la cubertería. Ahora recuerdo que después de conocerme el amor te parecía una absurda jaula para simios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario