Entre compresas usadas y toallitas higiénicas, hice una incursión en un mar de peces (boca y sedicion en el corazón de la anémona). Cuando mi alma se rompa como una vetusta deformidad, igual que un higo estrujado en el herpes de tus labios, todavía amaré el ombligo de tu espagueti y la alcantarilla del ñoqui. La vanidad de un poeta es una delicia rasurada y lubricada para la penetración.
Venía buscando un poco de mordaz ironía que me animase el día ... Y me encuentro con otro tan jodido como yo... Al menos lo parece. Suena profundo, irreverente y auténtico, tanto, que duele.
ResponderEliminarEl dolor es intransferible... Me alagas, pero qué pasaría si todo fuera aparente.
EliminarQue despertarias aún más mi curiosidad. Solo las experiencias ahondad el alma y sacan ciertas expresiones. O aquellos mundos interminables en cabe citas pensantes.
EliminarO una imposible locura sin diagnosticar.
En cualquiera de los casos,me quedare cerca a ver si consigo al menos ensamblar un par de piezas.
Megan, ¿juntar la apariencia con pegamento para hacer un jarrón chino?
EliminarLos adornos chinos no me gustan, ni los cuentos...
EliminarNo me atrevo a preguntar no me caigan las 50 preguntas del señor Grey encima. ;)
En el fondo eres todo un poeta.
ResponderEliminarLo tomaré como un insulto, y viniendo de tí incluso como una agresión premeditada!!!
EliminarNi lo uno ni lo otro, siento que lo hayas visto como tal.
EliminarYo no lo siento, confiaba que fuera así, deseaba que fuera así...
EliminarPues no, el día que quiera insultarte será porque yo desee, no porque tú lo esperes
EliminarAguardo, entonces, que el día que quieras encomiarme sea como un insulto.
EliminarTodo llega.
EliminarNunca digo que no a lo premeditado...
Eliminar