ESCRITOS


24/6/19

Si  a un hombre le quitas la dignidad se lo arrebatas todo, pero he ahí que algunas cenizas son más valiosas y excelsas que el oro. 

19/6/19

Observa atentamente... Los prestidigitadores hacen magia con el onanismo.
Somos enormes, eternos y brutales, como payasos autocomplacientes aquejados de narcisismo.
Nadie desea lo que puede conseguir y menos aquello de lo que se puede prescindir, así que a la hora de amar no te conformes con un trastero, un sótano o una simple buhardilla; y, en todo caso, acepta que un garaje es inapropiado para el esparcimiento.
Hasta los perros hablan francés, y tú dices que careces del pudor y los recursos para ladrar.
Mueren los poetas, ultrajados como rameras, encumbrados como dioses, pedantes como sabandijas, sarnosos como canes, abandonados como colillas, ignorados como lagartijas, prostituidos como meretrices, relegados como tornasoles... ¿Y resulta que tenemos que pagar por sus dones, obras póstumas mediante, Ars Amatoria incluida, cuerno de terciopelo y baba de caracol; filibusterismo de otredad, simposio del hambre, rescate del piélago, despojo y fosa común? ¿Por qué diantres habéis sido creados y qué perra harapienta os parió cual abortos en un triste madrigal? Alzaos sobre los pupitres, pedigüeños, bestias lacustres, lascivas y quejicosas, hermosas y horrorosas, ornamentales y banales, para proclamar el instante  del carámbano y la cutícula.

9/6/19

Tengo una cita con mi álter ego. He dispuesto un mesado, una buena disposición junto a una agradable decoración para pasar la velada. Estoy enamorado de todo él, de sus defectos, virtudes y atributos. Hace tiempo que deseo contárselo, pero últimamente me ha sido imposible debido a unos infundados malentendidos.
Me muero de ganas de estar a su lado. No concibo la vida sin su compañía.
Fatídicamente he descubierto que mi yo me engaña, que son de otro sus cuitas e intereses. Estoy inmensamente afligido porque ignora parte de su felicidad.
Todo el cosmos acata las leyes de la judicatura. La gravedad no es más que un mazo dictando sentencia.
No siempre aprovechamos la lágrima en el fondo del ojo, ni la mirada triste se percata de su entusiasmo.
Algunos soñamos algún tipo de belleza que por extrañas razones desprecia los divanes.
Uno es siempre dos y dos son siempre multitud, multiplicidad y horda de cadáveres.

7/6/19

«Yo antes practicaba la coprofilia con él», dice la chica. «Es mi hez novio». G. Noguera

Te felicito. Por fin una entrada digna de nuestras deposiciones y una muchacha resuelta a no dejar escapar nada por el ano. En mi caso, me encantaría tener un mojón de novias.
El placer no se escribe sin un buen sacapuntas. Muchas mujeres se comportan como simples afilalápices cuando realmente deberían actuar como rompecrayones.

6/6/19

Por lo tanto, la libertad perfecta y autocomplaciente es esclavitud, y bajo la sutilidad de sus prisiones se urde el convencimiento del paraíso. 
Necesitamos personas poco sofisticadas e infelices, cuyo malogro (escatológico escalofrío), sea consecuencia de la crítica, incluso de la ironía.
Ningún hombre puede ser libre sin sufrir en carne propia la rectitud de sus principios y la laceración del alma, lejos de los intereses comunes que nunca han estado más allá de la parcialidad y la lógica.

3/6/19

Si tengo que volver a nacer lo haré como uno de esos parásitos que copulan sobre tu rostro cuando duermes; esos que se atiborran con el sebo de tus mejillas y desaparecen sin excretar los manjares que aman, hasta el último día guardan sus heces en sus vesículas y solo se desprenden de la tez para morir.
Si no vamos hacia lo desconocido, si no viene a nosotros, se nos acabará el tiempo de abrazar el mundo.

2/6/19

La vida es soporífera si todo se reduce a ser inglés; y entretenida si todo acaece en las ingles.
¿Cuál es el rescate para nuestra supuesta salvación? ¿Quiénes son los muertos de nuestra necesidad?
Sea cómo fuere, los amantes terminan por encontrarse aunque permanezcan ignorantes de su suerte.

1/6/19

Nadé tanto, nadé como un oso, que al llegar a la orilla e intentar hablar parecía un gangoso. En ese momento preciso, una declaración de amor se confundiría con un exorcismo, y decir "te quiero" sería como invocar a los demonios.
Toda sabiduría es necedad, comparada con la turgencia de unos senos. Los completos iletrados te darán lecciones de distopía y querrás succionar como un gorgojo la savia de sus cueros, tomar de su lascivia la absoluta belleza.

La providencia retorna una y otra vez para construir castillos de arena donde arrasan las olas. No me cuentes historias... Mama y olvídate de la civilización, aquí en el pecho solo existen los dioses.

Pearls on you

Instructor y colegiala corriéndose hasta la demencia en el despacho rectoral... Bravo por los vicios de la erudición, por todas las perversidades y reválidas juntas, si así son las clases cómo serán los exámenes de selectividad. 
Solo una nota de disconformidad. La visión es demasiado masculina, demasiada orgía menesterosa en la retina, demasiada cecina en el ágape sin su justa guarnición, Minueto y Badiniere descarados, cuando lo femenino todavía pertenece a la decencia y la intuición... 
Me explicaré: antes de arribar al sexo en profundidades, cualquier mujer desearía que el Mar Rojo se abriera con una plegaria de amor. Para llegar a la Tierra Prometida, yo mismo haría de agorero.
Mientras exista el ego, parece que todo lo extinto se negase a desaparecer. En el peor de los casos somos idólatras con nulos o escasos recursos jugando a la autosuficiencia de las palabras. Tengo guardadas esperanzas en que siempre habrá lugares para futuras corrupciones, puesto que debemos seguir alimentando alguna forma insoslayable de egoísmo individual e intelectual, estupidez colectiva y gregaria. Lo sarcástico, a estas alturas, es que aún no hayan muerto los poetas cuando las deidades ya han sido desterradas de todas las doctrinas. Podríase decir que el cretinismo sobrevive mejor a la carencia que la utopía a la ausencia de ideales.
En el fondo todo es una feria. Los escritores somos como caracoles de caseta babeando por una firma. Además de dedicarnos a la helicicultura de la infamia también nos dedicamos a la recolección de usufructos.