ESCRITOS


23/9/17

No son negros los ojos del Amo... sí de fuego... Dorados. (Megan)

Esto no es una tonada rusa. Los ojos de la patata son los ojos del vodka. Me has engañado, amor, me has engañado porque naciste de la tierra y yo te confundí, borracho, con un ángel; y ahora estoy compungido como una cebolla. ¿Qué se le va a hacer, qué se le va a hacer, si ebrios soñamos en un patatal? Brindemos, brindemos ahora, monda y lironda, con un poco de suerte no desentonaremos con la canción. Las solanáceas son tibias como el atardecer y heladas como la noche. Te saché, te saché y te corté en dos. Te saché, te saché y se te comió el ratón. Tu puñetero corazón es una piedra y no sé cómo destilar alcohol de una roca. Alma de escupidera, te di algo para amar y me devolviste una traición. ¡Maldita, estoy tiznado y eso ya no lo remedia el hado! ¡Asesinemos la poesía con puñaladas traperas, miel y vinagre para las heridas y licor para las penas!

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