ESCRITOS


14/9/17

Quítate la ropa lentamente, desconsiderada e indiferente, como si fuera gravoso acostarse conmigo, y duérmete antes que llegue la Galerna (no te preocupes, es sólo un ejercicio en la distancia, una asignatura a impartir). Descubrí un placer gandul y apático. Cuando te besé, tus dulces ojos cerraron los párpados. San Pedro no sabía que estábamos dentro, impasibles como muermos. De observar siempre el rostro de Dios nos desmotivamos y llegamos a caer en la más absoluta desidia. Sopor y cabellos de ángel eran nuestras almohadas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario