Ya entraste en el comedor del amor sin refinamientos y te llenaste la boca de manjares exquisitos y de polvo sacrosanto. No sé a qué salsa te refieres que acompaña al gimoteo de tobillo o al santo Toribio, ¿para carnes, para pescados o para legumbres?, aunque yo preferiría escanciar el orgasmo con un aguardiente de cerezas.
Ese licor Suizo? Mejor acabarlo con un escocés.
ResponderEliminarY bailarlo sin nada por encima de los tobillos, con la gracia de una gaita escocesa...
EliminarSí, me seduce la idea
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