¿Cómo no enamorarse de Alí Babá y los cuarenta ladrones, para robar a hurtadillas un corazón y desear Las mil y una noches?
30/12/16
28/12/16
No podemos juzgar los amores que están cerca de la redención y la muerte,
enlazados a la destrucción y la vida; nosotros, que amamos con compresas y
apósitos en el corazón.
Generalmente, cuando uno se compromete ante Dios, lo hace contra el instinto y la sangre; la afrenta es ignorar el pecado, el infierno que traicionamos con un cielo.
Generalmente, cuando uno se compromete ante Dios, lo hace contra el instinto y la sangre; la afrenta es ignorar el pecado, el infierno que traicionamos con un cielo.
27/12/16
Mi alma está enferma, ojalá fuera por una necesidad superior en el alfabeto de tu cuerpo. Se desmiembra con su lirismo sin sustancia, detrás de una magnífica insignificancia cualquiera: el aullido, la acedia y ninguna musa para compartir una siesta. Mi alma está enferma, ¿en qué matadero se desprenderá la grasa de su piel?
Me apartaste demasiado pronto de tu lado. Un perro hace cosas de perro, un hombre hace cosas de hombre. ¿Puedes juzgar a un animal por su entereza o su volubilidad? ¿Puedes juzgar el alma por su desidia o su convencionalismo? Sin duda es reprochable carecer de ambiciones y arredrarse del fuego. ¿No mueven ambos el rabo a tenor de tus caricias? ¿No ladran por tus huesos y babean por tu corazón? ¿No olfatean como bestias el delicado perfume de tu alma, la ingrávida presunción del aroma?
Me separaste demasiado pronto de tu lado; pero tal vez oportunamente, como esos ciegos que tantean el vacío con un palo de escoba, temerosos de tropezar con los mismos obstáculos. Si no se ama por qué apelar a un desamor que no existe.
25/12/16
24/12/16
22/12/16
21/12/16
-¡Hola! ¿Qué desea?
-Un café y una lectura.
-¿La prensa?
-Ciertamente. Repaso entre lineas las noticias y me centro en el horóscopo y la sección cultural, pero realmente vengo aquí porque quiero acostarme contigo, me seduce tu belleza y esa forma sutil de humillar la mirada.
-Me parece que es usted muy directo, casi como una declaración de amor sin amor, o un caballero sin los principios básicos de la cortesía.
-Es normal que recele de mi conducta. Verdaderamente no soy un buen lector pero puedo pasar de la superficialidad al sibaritismo.
-Cada día tengo que lidiar con advenedizos y no me dejo persuadir por salmodia o propina.
-Señorita, ¿le desagrado, le parezco repulsivo?
-Creo que se comporta como uno de esos timoratos parapetados en una barra queriendo propasarse con la camarera.
-Si piensa así, mil excusas... Mi vida social y sentimental está en su cafetera. Mi vida laboral se reduce a entrar en su cafetería. Mi dicha y satisfacción es la necesidad de una servidumbre.
-No me equivocaba. Desde esta distancia puedo distinguir a los pedantes de los hombres, usted es una manifestación extraña de circunspección, a mitad de camino entre un borracho y un clérigo.
-Hablemos de otra cosa. ¿Le agrada la prosa? ¿Es usted de prosaicas inclinaciones o de románticas intenciones?
-Me consuela todo lo que empieza mal y acaba bien, mejor que lo que empieza bien y acaba mal. Las lágrimas de los amantes son el mejor afrodisíaco, en esos momentos no me importaría tener a un ebrio poeta para recalar en la tristeza.
-Ahora soy yo el compungido de su melancolía...
-¿Sabe?, trabajo y estoy aburrida de servir consumiciones todo el día. Hago como si usted no existiera cuando viene a deleitarse con el periódico. Reconozco, por la forma de remover el café, que es bueno persuadiendo con la cucharilla y las migas del postre. Le acoso con mi indiferencia y pocas veces me mantengo fija a la altura de su rectitud. Lo que realmente quiero es acostarme contigo, me seduce tu fealdad y esa forma sutil de humillar la mirada.
20/12/16
En algún momento volveré a soñar con esa enfermedad de los burdeles que desangra el corazón. En algún momento te amaré y te sentirás como una diosa penetrada por un simio. Ofendida por la terrible poesía de un animal bípedo, te despertarás y no querrás retener los detalles, sabrás que el poeta ha pernoctado contigo porque estarás cubierta de vello como una hembra de mono.
Vamos a vendernos bien, como viejos volúmenes de antiguas solapas, libros gastados con alma de meretriz y hermosas reseñas escritas a mano. Vamos a prostituirnos. Comprad poesía a cambio de sexo. Después de complaceros podéis tirar lo meritorio de la literatura a cualquier papelera y guardaros el condón usado para decir que nos habéis leído con detenimiento.
19/12/16
¿Qué valla o seto se erige entre Vivir y No Vivir? (Aitor Suárez)
¿Qué jardinero se detiene en la inercia de las hojas?
18/12/16
De lejos, el materialismo de las posesiones, la emergencia del mobiliario. Cambiar de vida hacia un cielo reconocible o vagar como un absurdo atrezo de puerta en puerta, de representación en representación. Después, distinguir que todo es barro, losa, ladrillo, y que nos han atado los grilletes. Somos las bailarinas sombras de un cómic y hay que mantener a los ilusos ocupados y despreocupados, ofreciéndoles una tentación y una distracción, una vacía ostentación cada mañana. Algo comprensible y tangible como una cuenta corriente o un vicio corriente, sin más preliminares que el oprobio de la mercancía.
17/12/16
Has caminado quince kilómetros para ver a una chica. Leyendo el periódico te has detenido en la gelatina de Chéjov, a propósito del amor y la conciencia; pero muy pocas miradas, y nulas, más que escasas palabras. ¿Así piensas abrir el paraíso de unas piernas y asomarte a la grandiosidad del alma? La verdad es que te comportas como un auténtico poeta, si es que la poesía puede calificarse de indecisión, o como un auténtico pedante si comparamos tus silencios con la falta de generosidad en las propinas.
15/12/16
14/12/16
12/12/16
Hablaremos del amor y la república, tan necesaria como la sangre; más tarde nos dedicaremos a las transfusiones y a guillotinar al Rey. El mejor acicate para creer no es la conciencia, es la inconsciencia de las masas y el botín del populacho. Somos parias en un mundo enfermo, somos París en la revuelta de Mayo; seremos mayordomía para una servidumbre de placer, revolución y romanticismo postraumático (nuestros oficios y nuestros ofidios jamás llegarán a encontrase). Todos los políticos colgados de las trenzas de una heroinómana, toda las ideologías en un dedal de costurera, mientras nuestras rameras les escupen la sífilis a los ojos. Los césares coleccionaban escrotos; nosotros, despojos de demócratas.
11/12/16
10/12/16
9/12/16
Sin besos, sin sonrisas, sin alabanzas, con carne... Sí, el sonido de unas palabras incoherentes que desvelen (Prozac)
¿Cuántas cosas de tu singularidad desconozco? Sutilidad, desnúdate y
que nunca llegue la posesión al tacto, acaricia y que nunca se haga el
beso con el labio.
8/12/16
7/12/16
Todos querrán ser poetas, incluso los gualdraperos. Quien no valga para el vicio de los versos será desterrado, confinado (al menos tiene que existir algo lesivo u ofensivo que acredite una total ignominia y merezca la indulgencia).
Todos os oleréis las axilas, jugareis al mutuo reconocimiento y al temprano consentimiento (la rima empieza en el sobaco y acaba en el recto).
Fuisteis convidados a la orgía pero algunos acuden sin invitación. ¡Cuánta devoción! Nunca en los festejos habrá tanto feliz carnaval ni tanto infeliz carcamal insinuándose y cuidándose de las doncellas.
Podéis oír mi cítara. Yo soy el que lanza la piedra y esconde la mano, y recita para homosexuales y lesbianas. Venid a mi mundo. Aposentados sobre mi falo, besad la trinidad impía y propasad el labio, aquí no hay presunción de inocencia ni poema vedado.
Somos una raza nueva, creada para el regocijo de los antros.
¿Comprendes?
(Antipoema, inspirado en los versos de Christopher Hub)
¿Comprendes una ilusión extinta? Eres como una lejana estrella a la que ningún astrónomo ha puesto nombre, déjame llamarte "Decepción", ya que sólo este miope ha tropezado con tu corazón.
La pasión es como masticar gusanos sin saber de qué podrido tronco han salido. Tengo tres tachuelas en la frente que me recuerdan los días de regla, el método Ogino y las visitas al psiquiatra.
6/12/16
Cómo deseo que te calles
(Antipoema, inspirado en los versos de Christopher Hub)
Quiero cerrar los ojos y soñar que estás lejos para desmentir tus abrazos bajo el límpido cielo. Corazón insolente, deja de latir tu imprudencia, prefiero acurrucarme y escuchar la muerte. Tu orgullo es una cagada de paloma en el alfeizar (¡qué esfuerzo en defecar, querida mía, con ese arrullo no podré dormir jamas!).
Se suceden los días y recuerdo el amargor pasado; tú feliz con mi desdicha y yo desdichado con tu felicidad.
Se suceden los días y recuerdo el amargor pasado; tú feliz con mi desdicha y yo desdichado con tu felicidad.
Tu amor es una cruz y tus labios son vinagre para las heridas. Aparta tus besos de mi boca, prefiero que un romano me parta los huesos y disfrutar del martirio.
Me estrellé en su cielo
(Antipoema, inspirado en los versos de Christopher Hub)
Me estrellé en su cielo, lo recuerdo, las hierbas se me pegaron al trasero como una corona de espinas. Ella no me amaba, ella no me amaba, sólo un beso frío y una presencia sin alma (habría sido mejor besar un cactus y rodearlo con los brazos).
A la edad temprana de destetar cachorros, mi odiada insistió en el lenguaje del silencio. El sol se ocultaba detrás de un matadero. Yo era, de aquella, profuso en descorchar botellas (podría jurar que me hubiera gustado verter su vino y compartirla con borrachos). Se pueden derramar tantas lágrimas que es posible perder el entusiasmo por la tristeza. Ella no me amaba, ella no me amaba, me estrellé en su cielo, lo recuerdo...
5/12/16
2/12/16
1/12/16
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