ESCRITOS


31/5/19

Frenología

En el momento anterior a ser mensurados, los sesos de Whitman se desparramaron, cayeron al suelo y fueron barridos de entre la inmundicia. Un digno fin para las mentes sensibles y el refinamiento poético.
Incluso detrás de lo invisible hay algo que acecha a hurtadillas.

30/5/19

Pero somos humanos, y el sexo es la avanzadilla para no pensar, no calcular, no ser inteligentes; y, por lo tanto, determinarnos como especie. Lejos de lo humano solo existe una vacía calculadora, un lector de nubes y una entelequia formal.

29/5/19

Siempre estaré a sus pies y a su servicio; pero, señora mía, ¿consideraría romperse una canilla para que pueda seguir disfrutando del placer de su compañía? Lo digo desde la más absoluta consideración hacia sus tobillos, incluso desde la ingenuidad de un esguince y el aprecio del corazón. No deseo apartarme de su afecto ni privarme de su cercanía. Puede usted explayarse en el dolor, sobreactuar los detalles y las consecuencias. Confío que ese contratiempo no me impida escucharla tocar el piano con la base del talón, al menos un preludio de Chopin.
Amor, no te vuelvas decente, el membrillo es astringente. Defecamos microplásticos, (algunos, incluso, envases de poliestireno expandido), y aun así la degradación no es objetiva ni voluntaria.

Posee esa sonrisa preternatural, tremendamente sensual, igual que un ojo de lechuza o las pinzas de un cangrejo.

Al final me convertiré en un globo de feria, copulando en un colchón hinchable a una muñeca hinchable. 

Con la miel en los labios y esa alegría bastarda de vivir, tengo la mente como una mujer preñada antes de concebir. ¿Quién dejó encinta al poeta y bajo qué subterfugio creyó en el amor? La leche de sus pezones es agria como el vinagre pero su vino es dulce como el deseo.

27/5/19

¿Qué es lo peor, la ignorancia, la muerte, el tránsito hacia el precipicio, el dolor de una existencia inane, el desequilibrio, la materia? Mi mayor temor es no hallar sentido a una vida plena de satisfacciones.
Hay grados de indignidad, de carencia e ignominia inasumibles, pero por lo general todos los hombres son ricos: la pobreza es un estado mental.
Tal vez la totalidad de los posibles esté siendo escrita en este preciso momento: la determinación depende de la lectura.
Tiene que existir alguna forma de perderse, amar perdidamente, reconocerse perdidos, hallarnos perdidos, ser la perdición...

26/5/19

Momentos bajos, nada más, en los momentos bajos es fácil que penetre la flaqueza y la puerta está abierta a todas las humillaciones.

25/5/19

Tengo que contraer un mal incurable o comportarme como un hipocondríaco patológico del sexo, fijarme en sus manos, comprobar la ausencia de alianzas, percatarme de una identificación con su nombre... En ese impasse, que será eterno, me perderé en los detalles de su cabello, en el esmalte de sus uñas, en la gracia de su figura.
Nunca me mirará con franqueza, nunca condescendientemente. La lectura de un prospecto es más interesante que cualquier poema y los poetas jamás han sabido vender sus pócimas sin parecer ilusos y pedantes. Es mejor un arañazo, un hematoma, tirarse los platos a la cabeza, a un cielo carente de delaciones.

24/5/19

Cuando algo es tan intenso tiene que tener un punto débil, un escape escatológico hacia el amor o el humor para arponear sardinas como ballenas. 

23/5/19

A veces el acontecimiento es insustancial o circunstancial, solamente lo evocado parece estar dotado de sentido.
Dicen las leyes de la cuántica que solo observando la vida se determinan los sucesos. Los instantes irrespetuosos y ultrajantes gozan de mayor vehemencia.
¿Quién eras anteayer, quién serás después de mañana?
Solo tú puedes hablar desde la ciencia; yo, únicamente, desde la especulación de un parásito intestinal.

22/5/19

Eres tan dulce como el agua del grifo cuando se tiene sed. Hago gárgaras y me aclaro la garganta con el cloro del bidé.
Detenta esa mirada núbil de niña ingenua, unos labios como los Jardines Colgantes de Babilonia, una encerrona para todos los malditos burócratas de Europa. 
A cierta edad dejan de importar los traseros y nos centramos en la expresión de los ojos, los dientes, la disposición de las orejas debajo del cabello, el terso frontispicio y la arruga del entrecejo, la lasitud de las mejillas y esa manera de cimbrear el polvo con los párpados. Se idealiza la beldad de una rosa con eccemas, tierra arrasada y quemada, con una azada de enamorar y acariciar tardigrados con las pestañas.

17/5/19

En la polinesia una mujer podía tener relaciones con cualquiera hasta que decidía comprometerse. En occidente preferíamos comprometernos para empezar a relacionarnos.
La cubertería nunca ha dejado de ser caprichosa cuando se trata del ágape. A grandes rasgos el menaje sin plata también es servicio.

15/5/19

Huérfanos somos de toda eternidad.
Compararse con los poetas eternos es como escupir al viento y pretender salpicarse de oro cuando la realidad nos devuelve sus esputos. Nosotros solo somos simples alimañas, gusanos de lo humano, moscas del cadáver de la literatura. ¿Qué haces que no corres a golpes esas pestes? Alcanzar la cumbre es estar siempre mucho más abajo que el sol.

11/5/19

Ahora que no poseo nada puedo ir a una biblioteca; puedo, incluso, robar algún ejemplar de una librería o pedir libros prestados y desahuciados por los hogares; puedo también quemar poemas y párrafos enteros para calentarme los nudillos una noche fría: los hombres que sueñan historias se deleitan con las pavesas.
Ardes de crímenes y necesidades por todos los costados. Las ideologías siguen teniendo cuentas corrientes y testaferros. ¿De verdad piensas que hacer una hoguera conseguirá dar sentido a la existencia y cambiará lo inmutable? Cuando acaben los títeres de fuego, la sangre y los mares se volverán espesos como el hambre.
¿Qué es capaz la mediocridad con sus palabras? Tal vez jugar a la especulación o limar asperezas hasta alcanzar el ingenio.
Es difícil allegarse a los astros; mas, entre todos los despropósitos, con un poco de empeño, quizás sea factible algo de ilusoria iluminación.

Danos una esperanza para hallar entre tanta monstruosidad la cautiva belleza (A. Trasobares)

La "cautiva belleza" solo es apreciable entre la crueldad. ¿Cómo reconocer la verdadera hermosura, la unánime, la incomparada, de entre toda perfección, si no es porque el mismo paraíso recrea abominaciones?

3/5/19

En la barra, una muchacha morena con aires desaliñados, bolso rosa y tanga encarnado (tal vez un estereotipo como el poema y el hado), dijo algunas palabras en un lenguaje avieso (el cielo también puede ser funesto) y al marchar pidió fuego. Ninguno de los presentes fumaba y con menoscabo nos tildó de chicos buenos: ¿es que no hay aquí hombres malos, realmente malos? Los tímidos lobos se ocultaron al observar los encantos del maelstrom.
Y resulta que la pasión es el instante de un bebedizo, en cuya copa la eternidad es ebriedad.

2/5/19

Acabaremos como hipócritas en la orla de un pañuelo con todos nuestros pensamientos dibujando un borrón, primavera y estornudo en un ruborizado beso y nuestra alma hecha un jirón. 
Yo era un juguete roto que te hacía cosquillas en el coxis. Tú eras para mí, adentrarse en las Columnas de Hércules para circunnavegar el mundo. 
Creo que la magnífica belleza se detenía ante mi rostro, deseosa de profanar tus orillas. El mapamundi de tus orgasmos lo habría recorrido por entero, de las costas de España al Mar Egeo. 
Dicen que a la tierra regresan los ahogados, vomitados por los océanos. Fuego de Orleáns en el brillo de tus ojos y un perjurio en el Loira. 
Solo los gigantes pueden descorchar el ocaso y beberse a sorbos el ocre impúdico de las botellas.
Nada amo más que el estrecho de tu Bósforo; la risa de tus labios, infantil e incrédula; tus senos encendidos como las luces de Constantinopla. 

1/5/19

Únicamente los engreídos creen en los versos, soberbios, jactanciosos, arrogantes y envanecidos, sin límites para la modestia.
Sumió hasta el suelo su mirada, elevo hasta el cielo mi intuición. Aun comprendiendo que detrás de unos ojos no hay nada, más que una vanagloria absurda, una idealización de ser o una premonición dormida, debemos hacer poesía con el menosprecio de las horas.
Si todo acaba en la belleza reposada, por qué no partir de ella hacia la serenidad.

Para los tiempos en que todo sea futuro, incapaces de observarnos con realidad u objetividad, qué hacer cuando el subyugante fulgor no dejé lugar a las declinaciones.

La conveniencia de los lectores no deja de ser una inconveniencia; y, bajo ese mismo prisma, la insistencia en pretender ser reconocidos.