ESCRITOS


27/11/18

Necesito una mujer que hable demasiado, para no escuchar nada, para evadirme en el acto. Molesta como un moscardón con los labios pintados, me repetirá a diario lo mierda que soy hasta apreciar su encanto, y, ¿por qué no?, el silencio.
Un mudo al lado de una charlatana es igual que un licencioso al lado de una licenciada.
Como dice el bolero: háblame, háblame mucho, como si fuera esta noche la última vez...
¿Qué es un poeta? Un ser desgarbado, depravado; un pájaro raquítico, egocéntrico, coitocéntrico, con heces en el ano y calvas en el cráneo, dispuesto a levantar un vuelo infructuoso y a rendirse sobre un tocón. Burlaros de ellos, tan banales como el jolgorio que ahuyenta a las hembras con sus tristes lamentos. Si ya nadie se detiene en la fraudulencia de las aves, por qué pararnos a considerar la poesía de los menesterosos.

23/11/18

¿Tú crees que al gran fingidor le pertenece algún privilegio sobre el dolor que dice atesorar? Ni tan siquiera el beneficio de la duda o de la obra. 
¿No sería mejor escuchar el crujido de los huesos sin especular con el quebranto?

https://www.youtube.com/watch?v=IAkvxR_mgWQ&start_radio=1&list=RDIAkvxR_mgWQ

A un aedo no le corresponden derechos de autor, debe ser lo más parecido a una prostituta que no cobra por sus servicios, un amante engañado o una mujer violada.
Declararse poeta es un agravio. Aspiramos, por todo ello, a ser esclavos sexuales, cornudos y hembras ultrajadas. Haced con nosotros lo que os plazca, somos el residuo de la tierra, los parias del sol, el despojo de la lluvia, los degenerados del cielo, y nos debemos, en conformidad, a todas las humillaciones.

16/11/18

Cualquier judío desconfía de otro judío hasta que las suspicacias los convierten en incondicionales.
Autocitarse es como autoconsolarse, automasturbarse, autoempalmarse con el narcótico de un ego mediocre.
Todas las pseudodemocracias se nutren de gente estúpida, desmemoriada y prosélita. Todos los políticos son pseudomonas (patógenos oportunistas en plantas y humanos).
La verdadera poesía hace que un perro se lama la entrepierna y se rasque la sarna, mientras aúlla a la luna y ladra a los Arcángeles.
Ninguna jodida comadreja le hinca el diente a la bestia pescozuda. Cómala, comadre, con la boca y con la concha, y haga usted una comilona... Cómala usted toda en Comala. Cómala, cómala, cómala..., y no se quede con las ganas.