ESCRITOS


12/5/17

Como una sabandija, el poeta fue guiado por su amor hacia las estrellas (o, tal vez, echado de la casa por las escaleras). Varios sostenían sus piernas y el resto de su endeble cuerpo era llevado en volandas como un adefesio. Izado por el beso de un dulce corazón, elevose hacia el altar de los nombres y cayó como una losa en lo profundo de un pensamiento (las meditaciones de un poeta pesan más que un saco de estiércol). Aquella que no atendía al verso tembló como una rosa ajada por el reverso, simplemente se dejó persuadir por los fieltros del pedante. Al fin, el lóbrego y el borrego se unieron para engatusar al mundo y el alma no conoció otro descanso.

4 comentarios:

  1. No alejes tanto al poeta de la tierra firme que cuando quiera escapar o, lo que es igual, huir de sí mismo, ya no verá el suelo que pisa. Las meditaciones de un poeta son el miedo a enfrentarse a la verdad

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    1. La verdad es un velo detrás de los ojos. Es necesario que el poeta no pise el suelo y vague como un ser inerte a la deriva.

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  2. ¿Poetas son esos seres que dicen ser hacedores de poesía? ¿Aquellos que solo viven la vida a través de las letras? ¿Seres sin forma, ni definición...?
    Sé lo que es la poesía, pero ¿qué es un poeta?

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    1. Tendremos que cambiarlo todo... La poesía es hacedora de esos seres que se llaman "poetas". Si vives para las letras no obvies los significados ilegibles e intangibles. Los más favorecidos adolecen de deformidades literarias... Un poeta es un recipiente sin contenido que se llena absolutamente de nada (no sé si es aconsejable respirar esa atmósfera), lo importante del recipiente es que, aun denostado por su retorcido ego, rebosa algo bello dictado por la eternidad.

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