ESCRITOS


13/1/17

En algunos momentos estaba tan absorta que incluso me quería remunerar con creces, y no le importaba pagar de más ni que confundiera el brazo con la mano, ni que tomara lo propio por lo inapropiado. No se puede decir que no le gustara saldar las deudas, como sólo se puede ser complaciente en las transacciones.

5 comentarios:

  1. Pídele que regrese, alguien tan buen pagador es tonteria no volverle a prestar.

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    1. Si todos los prestamistas tuvieran esa conciencia, qué sería de los bancos y qué oficio el de banquero.

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    2. Los bancos se transformarian en lupanares y los banqueros en dulces madames...

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    3. ¡Y qué satisfacción la de joder al capital!

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