ESCRITOS


11/5/16

Somos un kindergarten, un parvulario. Algunos aún lloran, mientras a otros, los más callados, les va asolando una lúgubre intrascendencia. La guardería es la metáfora de una sociedad indolente. Todo es una ingeniería de damnificados, una sinergia encaminada a que no despertemos de nuestro letargo infantil y a que sigamos siendo dóciles con nuestros instructores y aplicados en nuestros oficios.

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